El tema ambiental está
íntimamente relacionado con el tema del desarrollo científico-tecnológico y en
particular con la concepción de éste desarrollo. No pretendemos decir con esto
que el origen de los problemas ambientales esté asociado única y exclusivamente
al tema de la ciencia y la tecnología. Gran responsabilidad ha dependido de las
formas de explotación económica de la sociedad, tanto de los sistemas
capitalistas como socialistas; o bien de los valores que las personas tienen
frente a la naturaleza, en cuantos amos y poseedores que le permiten
usufructuar de ella. Es decir, vamos a tomar como eje de análisis el tema del
desarrollo científico-tecnológico, pero debe quedar claro que no es el único
factor que explica el problema medioambiental que actualmente se vive.
Históricamente se puede
vincular esta articulación de ciencia-tecnología y medio ambiente, como una
relación problemática, desde mediados del siglo XX, con el final de la segunda
guerra mundial en 1945, y especialmente con los años posteriores, teniendo como
despliegue la década de los años 60. Einstein, por ejemplo, va a ser un crítico
por la utilización de la energía nuclear con fines armamentísticos; o físicos
menos conocidos como Max Delbrück, termina por abandonar la física como rechazo
al uso del conocimiento en la construcción de la bomba atómica, para dedicarse
a la biología y trabajar desde allí por una ciencia que contribuyera a la vida
y no a la destrucción de la vida.
De manera creciente, en la
década de los años 60 del siglo XX, se presenta la movilización social por el
tema ambiental en el mundo, por ejemplo con la protesta de los estudiantes
norteamericanos sobre el uso del NAPALM en la guerra del Vietnam; con la
protesta social por la carrera armamentista en la llamada guerra fría; la
preocupación por el uso de la energía atómica para la producción de energía
eléctrica, teniendo en cuenta los primeros accidentes de centrales nucleares
que se empezaban a presentar; y en general todo el cuestionamiento a las
aplicaciones del conocimiento científico y tecnológico que jóvenes y diversos
sectores sociales hicieron en EE.UU., Europa, y aún en América Latina -tal como
se desprende, por ejemplo, de los primeros trabajos de Ernesto Sabato y Amilcar
Herrera al sur del continente, en la óptica por buscar un espacio de desarrollo
tecnológico más adecuado para los países latinoamericanos
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